El desafío del proteccionismo en la era Trump: ¿Cómo enfrentar un nuevo orden comercial?

La toma de posesión del presidente Donald Trump ha marcado el retorno de un escenario global cargado de incertidumbre y desafíos para el orden económico y comercial. Estados Unidos, como la mayor economía y potencia del mundo, influye de manera determinante en la dinámica del comercio global, y sus decisiones, tanto en política doméstica como exterior, tienen efectos en los países vecinos, América Latina y cada rincón del planeta.

Durante décadas, el mundo avanzó hacia una mayor liberalización comercial, con la reducción de barreras y la promoción del intercambio económico entre países como un motor de desarrollo. Sin embargo, con el segundo mandato de Trump en la Casa Blanca, resurge el espectro del proteccionismo, una estrategia que limita el comercio mediante tarifas y restricciones con el argumento de proteger la industria y el empleo nacional.

El cambio en el liderazgo económico de EE.UU.

En un reciente foro organizado por la Balsillie School of International Affairs, los expertos John Hancock y el Dr. Bob Koopman explicaron cómo, bajo la administración Trump, Estados Unidos está cambiado su postura de liderazgo a nivel mundial. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el país norteamericano había impulsado la apertura económica como un medio para garantizar su propia prosperidad y la del resto del mundo, asumiendo un papel de liderazgo en la promoción del comercio y el desarrollo.

Hoy, esa visión ha dado un nuevo giro radical. La administración Trump sigue optado por medidas proteccionistas, imponiendo tarifas y renegociando acuerdos comerciales bajo la premisa de que países como México han “robado” empleos estadounidenses y han afectado el crecimiento de la economía.

Si bien existen preocupaciones legítimas sobre la competitividad industrial y el impacto de ciertos acuerdos comerciales en el empleo Estados Unidos, la realidad es que el comercio internacional no es el principal factor que mina el crecimiento económico. Factores macroeconómicos juegan un papel mucho más determinante pero estos son menos conocidos por sus ciudadanos.

Por lo antes mencionado, la administración Trump ha optado por utilizar las tarifas como una herramienta de impacto inmediato y alta visibilidad política dada su facilidad de implementación. A diferencia de las reformas macroeconómicas, que requieren tiempo y cuyos efectos pueden pasar desapercibidos para el ciudadano promedio, una guerra comercial produce un efecto tangible y mediático. Trump, como hábil comunicador, entiende que las tarifas generan titulares, muestran acción y refuerzan su narrativa de defensa de la economía nacional.

 

El Impacto en los socios comerciales y la respuesta necesaria

El proteccionismo, a través de la imposición de aranceles, lejos de fortalecer la economía de EE.UU., afectará principalmente al propio país, así como a Canadá, México y América Latina. Esto provocará un aumento en los costos, generará ineficiencias en los mercados y causará la pérdida de empleos. Países más expuestos, como México y Canadá, deben actuar con rapidez para mitigar los efectos negativos de esta política ya anunciada y recientemente pospuesta por 30 días. La diversificación de mercados y la búsqueda de nuevos socios comerciales emergen como estrategias clave para enfrentar este nuevo orden comercial.

En este contexto, es fundamental que los líderes de cada país amenazado con estas medidas respondan con inteligencia y estrategia. Tal como señalaron el Dr. Bob Koopman y Miguel Ángel Santos en el foro mencionado, la clave para enfrentar este tipo de escenarios radica en dos principios esenciales:

  1. Evitar respuestas impulsivas ante amenazas comerciales. Un ejemplo claro de que no hay que hacer fue la reacción reciente del presidente colombiano Gustavo Petro, quien respondió de manera inmediata a presiones sin un análisis profundo del impacto a largo plazo.

  2. Entender los intereses reales de la otra parte. La negociación efectiva no se trata solo de posiciones, sino de intereses subyacentes. Un ejemplo clásico en la literatura de negociación es “El caso de las dos hermanas y las naranjas”. Dos hermanas encuentran una naranja y ambas la desean. Deciden partirla por la mitad, pero más tarde descubren que una necesitaba la pulpa para hacer jugo, mientras que la otra requería la cáscara para un pastel. Si hubieran comunicado sus verdaderos intereses, ambas habrían obtenido el máximo beneficio.

 

Adaptarse a una nueva realidad comercial

El mundo enfrentará una etapa de cambios y desafíos en el comercio internacional. El proteccionismo promovido por la administración Trump representa un obstáculo para la integración económica global, pero también una oportunidad para que los países redefinan sus estrategias comerciales.

La respuesta no debe ser reactiva ni confrontativa, sino estratégica. La diversificación de mercados, el fortalecimiento de nuevas alianzas y la comprensión profunda de los intereses de cada actor en la negociación serán clave para navegar este escenario incierto.

En tiempos de incertidumbre, los líderes deben demostrar visión, paciencia y capacidad de adaptación. Solo así podrán convertir los desafíos en oportunidades y garantizar la estabilidad y el crecimiento de sus economías.

**Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas aquí son personales y no representan a ninguna institución u organización con la que esté afiliado.

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